Sandúa ha presentado sus primeros aceites para esta campaña: los monovarietales de arbequina Capricho Navarro, procedente del olivar que la compañía cultiva en Ablitas, al sur de Navarra.

Fuentes Sandúa resaltan que Capricho Navarro se obtiene tras la primera prensada mediante procedimientos mecánicos y se trata de un aceite de color verde amarillento, “denso”, “con cuerpo” y con “un sabor almendrado, amargo, ligeramente picante, pero dulce y fluido al final”.

Estas características se acentúan, según fuentes de la firma navarra, debido a la recogida temprana de la aceituna, ya que así la clorofila se mantiene en el fruto, lo que potencia el aroma y el sabor. Capricho Navarro se ofrece envasado en botellas de cristal verde oscuro para preservarlo de la luz y conservarlo mejor, en tamaños de 250, 500 y 750 ml.