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Los productores de aceituna de mesa, y UPA Andalucía se han congregado en Sevilla para protestar por los bajos precios que reciben por sus aceitunas de mesa. Quieren defender su trabajo y la riqueza de sus pueblos, y no están dispuestos a tolerar más abusos por parte de la industria entamadora. Desde la organización agraria se han anticipado las dificultades que los productores de aceituna de mesa llevan sufriendo campaña tras campaña. La concentración de más de 500 agricultores en la Puerta Jerez de la capital hispalense, es la punta de lanza para comenzar sus reivindicaciones.
Y es que tal y como están las relaciones entre los distintos agentes que conforman la cadena alimentaria, el agricultor es el eslabón más débil. Es insostenible que un productor necesite meses de trabajo, y en torno a un euro para generar un kilo de aceituna, y que cuando llegue la hora de sacar su producto al mercado tres industriales decidan que le van a pagar por él tan solo 65 céntimos, como ocurrió el año pasado. La industria alega que hay excedentes, pero resulta curioso que a un precio razonable no la quieren, y en cuanto al agricultor no le queda otro remedio que aceptar esos precios irrisorios para ponerla en el mercado, entonces se la quitan de las manos. Por tanto, ese no es el problema.
Después de pasar un breve espacio de tiempo en manos de la industria entamadora, la distribución y la comercialización, nos encontramos con que la aceituna ya envasada se vende por unos 8 euros/kg en la venta al público. Por tanto, estos otros participantes de la cadena alimentaria, amparados por la ley, están manejando los hilos a su antojo para obtener un beneficio exponencial, a costa de los ahogados agricultores, que con los bajos precios que perciben no pueden ni siquiera cubrir los costes de producción.
Ante tal panorama, los productores de aceituna de mesa ven que en un par de semanas inician la próxima campaña de recogida de aceituna verde, y que la situación sigue siendo la misma. Así, se están planteando si merece la pena coger su cosecha o dejarla para moler y transformar en aceite, pero esto también puede ser peligroso, pues el hueco de mercado que dejan puede ocuparse por otros países que exporten su aceituna de mesa. En lo que sí parecen totalmente unidos, y así lo han demostrado hoy en la manifestación, es en su intención de no vender la aceituna de mesa por debajo de los costes de producción en la próxima campaña. Dicen preferir dejarla tirada en el suelo o pisarla con el tractor. Y estas medidas tan drásticas tal vez den una lección al resto de la cadena alimentaria, que se quedará sin producción andaluza de aceituna de mesa, de calidad inigualable y con todas las garantías sanitarias.
Pero eliminar de un plumazo toda una cosecha de aceituna de mesa puede tener consecuencias muy graves. Tengamos en cuenta que España es la mayor productora y, Andalucía, la región en la que se concentra el 80% de dicha producción, con 440.000 toneladas, en su mayoría de procedencia sevillana.
Las medidas y reivindicaciones que el sector productor de aceituna de mesa persigue y precisa a corto y medio plazo para mantenerse y crecer son las siguientes: Ley de Márgenes Comerciales, contratos tipo, ayudas al sector productor, vertebración del sector y fomento de la concentración de la oferta, doble etiquetado en los productos transformados, revalorización de la aceituna de mesa como producto sano y de calidad a través de la introducción de Denominaciones de Origen Protegidas e Indicaciones Geográficas Protegidas, apuesta por la calidad, la innovación y la investigación, ayudas asociadas para la aceituna de mesa e incluir la aceituna de mesa dentro de los programas operativos de las OPFH para que puedan acceder a ayudas para la modernización y retirada de excedentes.