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El pasado jueves 16 de mayo, la UPA se reunió con el Ministerio del Trabajo con el objetivo de encontrar soluciones para la aplicación de la nueva norma que obliga a registrar la entrada y salida de los trabajadores. Las condiciones meteorológicas, las jornadas variables, los centros de trabajo variados y alejados entre sí son algunas de las dificultades que condicionan la correcta aplicación de la norma en el sector agrario, razón que ha empujado a la UPA a concertar este encuentro con las administraciones.
"El campo no es una oficina ni una fábrica" han explicado desde UPA que, sin embargo, reitera la voluntad y el compromiso del sector para cumplir la norma, pero adaptándola a la realidad del trabajo agrícola. Desde el Ministerio de Trabajo, se ha hecho hincapié en que el objetivo de la norma es que haya un sistema de registro "fiable, transparente y acordardo". Partiendo de esta premisa, cualquier modelo puede ser válido y, de hecho, el propio Real Decreto abre la posibilidad de realizar un debate sectorial para analizar la situación y plantear soluciones.
UPA ha animado a los miembros del sector a hacer llegar todas las dificultades que se vayan constatando en el día a día y emplazan a la siguiente reunión sectorial para analizar el asunto con más profundidad.