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El sector del aceite de orujo de oliva enfrenta esta nueva campaña con pesimismo debido a la baja rentabilidad obtenida en la 2018/2019. Pese al récord de producción que hizo entrar en las orujeras 10,5 millones de toneladas de alpeorujo, los bajos precios han provocado malos resultados e incluso pérdidas.
No solo el aceite de oliva sufría los estragos de la baja remuneración sino que también la biomasa del olivar se encuentra en situación precaria. El aceite de orujo de oliva se vende por debajo de su coste de producción, mientras que el orujillo todavía no ha llegado los umbrales exigibles de rentabilidad.
A pesar de que en esta nueva campaña la producción de aceite de oliva se prevé menor, la situación para los orujeros continuará de forma similar, puesto que a la producción de la nueva campaña hay que sumarle todo lo que se ha quedado sin valorizar de la anterior. Es decir, la producción sigue siendo alta y los precios bajos, con lo cual seguirán los efectos negativos y la baja rentabilidad.
No es la primera vez que el sector denuncia la situación que está viviendo. En este extenso artículo publicado a inicios del año 2019, se recogían las demandas de Aneo, que ya avisaba sobre la merma en la rentabilidad de las empresas orujeras.