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Un artículo publicado en Nature Sustainability, liderado por un equipo científico internacional coordinado por la Estación Biológica de Doñana - CSIC, pone en evidencia el papel crucial de los cultivos arbóreos en la conservación de la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático y el desarrollo socioeconómico. A pesar de sus beneficios, estos cultivos siguen estando ausentes en gran parte de las políticas agrarias.
Más que producción de alimentos
Los cultivos arbóreos, como olivos, café, cacao y árboles frutales, ocupan más de 183 millones de hectáreas en todo el mundo y generan cerca de 1.000 millones de toneladas métricas de alimentos al año. Sin embargo, su potencial va mucho más allá de la alimentación.
“Estamos desaprovechando la oportunidad de utilizar los cultivos arbóreos como herramientas clave para afrontar algunos de los mayores desafíos ambientales y sociales de nuestro tiempo”, afirma Carlos Martínez-Núñez, investigador de la Estación Biológica de Doñana y coordinador del estudio.
Beneficios ambientales y sociales
Los cultivos arbóreos perennes ofrecen ventajas únicas frente a los cultivos anuales:
Un llamamiento a políticas agrarias específicas
El estudio subraya que las políticas agrarias suelen centrarse en cultivos anuales como trigo, arroz o girasol, dejando de lado los cultivos arbóreos. Esta omisión limita su capacidad para contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Es imprescindible diseñar políticas adaptadas a los distintos contextos, desde incentivos económicos para restaurar zonas naturales en cultivos intensivos hasta normativas internacionales que promuevan una agricultura sostenible en los países productores”, explica Ignasi Bartomeus, coautor del artículo.
Hacia un futuro sostenible
Los autores insisten en la necesidad de regulaciones, incentivos y prácticas agrícolas sostenibles que potencien el impacto positivo de los cultivos arbóreos. Este llamamiento supone una oportunidad para maximizar su contribución a los ODS, especialmente en áreas clave como la biodiversidad, la acción climática y el bienestar social.
El estudio invita a repensar el papel de la agricultura en la construcción de un futuro más sostenible y justo, con los cultivos arbóreos como aliados estratégicos.