Revista
La Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) ha publicado la esperada actualización 2024 de sus "Recomendaciones sobre estilo de vida y prevención cardiovascular", renovando su enfoque sobre dieta y nutrición con base en las evidencias científicas más recientes. Este documento destaca el papel fundamental de un estilo de vida saludable y, especialmente, de la dieta, como "piedra angular" en la estrategia poblacional para reducir los factores de riesgo cardiovascular.
Dieta mediterránea, sostenibilidad y prevención cardiovascular
El Dr. Emilio Ros, primer autor del documento, subraya el impacto positivo de la dieta mediterránea y el aceite de oliva virgen extra (AOVE) en la reducción de enfermedades cardiovasculares, apoyado por los resultados de los estudios españoles PREDIMED y CORDIOPREV. Ambos han demostrado que este patrón dietético, rico en grasas saludables como el AOVE, reduce significativamente la incidencia de infartos, ictus y mortalidad asociada frente a dietas con menor contenido graso.
Además, esta actualización incluye un enfoque relevante para la sostenibilidad alimentaria, destacando la dieta mediterránea como un ejemplo de patrón dietético saludable y respetuoso con el medio ambiente, esencial en la lucha contra el cambio climático.
Principales actualizaciones del documento
El Dr. Vicente Pascual y la Dra. Cristina Soler, coautores del documento, destacan los aspectos de especial interés:
Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
La calidad virgen extra del aceite de oliva es la más saludable por su contenido en antioxidantes, por lo que se recomienda su uso diario tanto en la cocina como en la mesa. En dos estudios españoles pioneros publicados en la última década (PREDIMED y CORDIOPREV), la dieta mediterránea tradicional, rica en grasa y con una notable palatabilidad gracias a la utilización del aceite de oliva virgen como grasa culinaria, ha demostrado reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio, ictus y muerte por estas causas) frente a dietas con menor contenido graso.
Alimentos ultraprocesados
Si bien muchos ultraprocesados son perjudiciales, algunos subgrupos, como los cereales integrales y ciertos lácteos, tienen beneficios documentados, como la reducción del riesgo de diabetes tipo 2.
Edulcorantes y bebidas edulcoradas
El consumo elevado de refrescos con edulcorantes artificiales se asocia a un aumento en la mortalidad cardiovascular, por lo que no se recomienda su sustitución por refrescos azucarados.
Zumos de fruta industriales
Aquellos sin azúcares añadidos pueden ser útiles para alcanzar las cinco raciones diarias de frutas y verduras, especialmente en niños y ancianos.
Café
Un consumo moderado (hasta cinco tazas diarias) de café filtrado o instantáneo, con o sin cafeína, es beneficioso para la salud cardiovascular, siempre evitando el azúcar añadido.
Cereales refinados
Aunque se promueve el consumo de integrales, los refinados, acompañados de sofritos u otros alimentos, pueden ser una opción saludable en el contexto de la dieta mediterránea.
Lácteos y quesos
Pacientes con colesterol elevado o enfermedades cardiovasculares pueden incluir leche entera, yogures y quesos grasos sin riesgo de aumentar su riesgo cardiovascular.
Un documento para profesionales y población general
Esta guía actualizada no solo orienta a la población en la toma de decisiones dietéticas informadas, sino que también sirve como herramienta para los profesionales de la salud. Los autores destacan la necesidad de integrar las nuevas evidencias en la práctica clínica diaria para maximizar el impacto positivo en la prevención cardiovascular.
Con un enfoque basado en la ciencia, este documento refuerza el compromiso de la SEA en la promoción de la salud a través de una alimentación consciente, equilibrada y sostenible, adaptada a las necesidades de cada individuo y al entorno planetario.