Revista
Las prácticas implementadas en el medio agrícola por el modelo Olivares Vivos de SEO/BirdLife han demostrado ser una solución altamente efectiva para afrontar el desafío al que se enfrentan los olivares durante los meses de verano mediterráneos, caracterizados por altas temperaturas y escasez de lluvias.
Aunque el olivo y el resto de las especies que habitan el olivar están adaptados a estas condiciones, es una realidad que los veranos son cada vez más cálidos y secos, debido al cambio climático, por lo que se incrementa el estrés fisiológico de los olivares.
Además, que este periodo se prolongue cada vez más en el tiempo y sea más intenso, hace que sea necesario combatir las consecuencias que acarrea, sobre la salud del campo y sobre la producción agraria. SEO/BirdLife siempre ha defendido y demostrado que es posible un modelo productivo que respete y potencie la vida silvestre y que genere riqueza en el mundo rural. Esta ecuación, agricultura más biodiversidad igual a rentabilidad, tiene su exponente en el proyecto LIFE Olivares Vivos, un excelente ejemplo de cómo las buenas prácticas agroambientales son capaces de recuperar biodiversidad en el olivar y repercutir positivamente en la rentabilidad.
El modelo agrícola Olivares Vivos, implementado y estudiado en una veintena de fincas en Andalucía, a través del proyecto LIFE Olivares Vivos (2015-2021), se está extendiendo mediante el LIFE Olivares Vivos+ (2021-2026) -coordinados ambos proyectos por SEO/BirdLife-, a otros territorios de España, Grecia, Italia y Portugal.
Olivares más biodiversos, resistentes y rentables
SEO/BirdLife apuesta por el modelo agrícola Olivares Vivos, ya que crea un ecosistema más diverso, que hace que los olivares sean más resilientes frente a perturbaciones, como pueden ser las procedentes de estos periodos tan secos y cálidos de los veranos mediterráneos. La gestión de la cubierta, la revegetación de áreas improductivas y la instalación de elementos de apoyo a animales silvestres, como bebederos, charcas o nidales artificiales, proporcionan alimento y mejoran el hábitat para la flora y fauna local, creando un equilibrio natural entre las diferentes especies presentes en el olivar. Esto, además, ayuda a controlar las plagas y mejora la salud general de este agrosistema.
Recuperar la biodiversidad y aprovechar los servicios brindados por esta, permite que los agricultores reduzcan la necesidad de utilizar insumos externos, lo que contribuye a mejorar la rentabilidad agrícola: el objetivo principal con el que nació Olivares Vivos y con el que la ONG quiere demostrar que otra forma de agricultura es posible. Algo que se consigue no sólo a través de la recuperación y mejora de los servicios ecosistémicos, sino también por otras dos vías. Por una parte, mediante el pago por servicios ambientales, fundamentalmente de las ayudas procedentes de las políticas agrarias, como son los nuevos ecorregímenes que incorpora la PAC, que exigen unos requisitos que cumplen con facilidad las explotaciones que adoptan el modelo Olivares Vivos. Pero, sobre todo, la vía de rentabilidad de mayor interés es la que se abre gracias a la diferenciación en el mercado que ofrece la certificación Olivares Vivos.