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Los hábitos alimentarios poco saludables determinados durante la infancia pueden representar un factor de riesgo para muchas de las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) en la edad adulta. Así se investigó la adherencia a la Dieta Mediterránea (DM) en niños y adolescentes (8-16 años) residentes en España mediante el cuestionario KIDMED en un análisis comparativo de dos estudios transversales representativos a nivel nacional: enKid (1998-2000, n = 1001) y PASOS (2019-2020, norte= 3540) y publicado en la revista Nutrients bajo el título “Trends in Adherence to the Mediterranean Diet in Spanish Children and Adolescents across Two Decades”.
Teniendo en cuenta el nivel educativo de los alumnos, así como las características del lugar de residencia, se encontró una asociación significativa entre una puntuación KIDMED ≥ 8 (adherencia óptima a la DM) y la educación primaria, así como la residencia en un área de <50.000 habitantes , mientras que vivir en las regiones del sur se asoció con una adherencia no óptima a la DM ( p < 0,001).
Los participantes del estudio 2019-2020 mostraron un aumento en el consumo de productos lácteos (aumento del 31,1 %), pasta/arroz (aumento del 15,4 %), aceite de oliva (aumento del 16,9 %) y frutos secos (aumento del 9,7 %), así como una disminución de la ingesta de dulces y golosinas (reducción del 12,6%). En cambio, se encontró una adherencia a la DM significativamente menor al comparar el estudio 2019-2020 (media ± SE: 6,9 ± 0,04) y el estudio 1998-2000 (7,37 ± 0,08); pag< 0,001), debido a un menor consumo de pescado (reducción del 20,3 %), legumbres (reducción del 19,4 %) y frutas (reducción del 14,9 %) y un mayor consumo de productos comerciales/pasteles o comida rápida (ambos con un aumento del 19,4 %). La adherencia más baja se registró para los adolescentes también en el estudio más reciente, donde el 10,9% de ellos presentó una puntuación KIDMED ≤ 3.
Este estudio muestra que los hábitos alimentarios se están deteriorando entre los niños y adolescentes españoles. Tales hallazgos señalan la urgencia de emprender medidas contundentes para promover el consumo de alimentos saludables, sustentables y no ultraprocesados, como los disponibles en un MD, no solo a nivel científico y académico, sino también gubernamental.