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La Comisión Europea con el fin que desde UE las empresas funcionen mejor y sea más resiliente frente al fraude mediante la adopción y el fomento de la digitalización, ha propuesto una serie de medidas para modernizar y hacer que el sistema del impuesto sobre el valor añadido (IVA). La propuesta presentada también tiene por objeto hacer frente a los retos que plantea, en el ámbito del IVA, el desarrollo de la economía de plataformas.
Según las últimas cifras de la brecha recaudatoria del IVA publicadas recientemente, los Estados miembros perdieron 93 000 millones de euros en ingresos por IVA en 2020. Cálculos prudentes indican que una cuarta parte de los ingresos faltantes puede atribuirse directamente al fraude del IVA relacionado con el comercio dentro de la UE. Estas pérdidas son claramente perjudiciales para las finanzas públicas en general en un momento en que los Estados miembros están ajustando sus presupuestos para hacer frente a los efectos sociales y económicos de las recientes subidas de los precios de la energía y la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. Además, los regímenes del IVA en la UE pueden seguir siendo onerosos para las empresas, especialmente para las pymes, y para otras empresas que tienen actividades o desean expandirse más allá de las fronteras.
Las acciones clave propuestas facilitarán a los Estados miembros recaudar anualmente hasta 18.000 millones de euros suplementarios en concepto de ingresos procedentes del IVA, al tiempo que ayudarán a las empresas, incluidas las pymes, a crecer.
El nuevo sistema introduce una notificación digital en tiempo real a efectos del IVA basada en la facturación electrónica, que facilitará a los Estados miembros la valiosa información que necesitan para intensificar la lucha contra el fraude del IVA, especialmente el fraude en cascada. El paso a la facturación electrónica contribuirá a reducir el fraude del IVA en hasta 11.000 millones euros al año y reducirá los costes administrativos y de cumplimiento para los comerciantes de la UE en más de 4 100 millones de euros al año durante los diez próximos años. También garantizará la convergencia de los sistemas nacionales existentes en toda la UE y allanará el camino para los Estados miembros que deseen establecer sistemas nacionales de notificación digital para el comercio nacional en los próximos años.