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El CSIC y Oriva han lanzado dos nuevas líneas de investigación que intentarán comprobar los efectos del Aceite de Orujo de Oliva sobre la salud de las personas y en concreto en el ámbito de los beneficios cardiovasculares y la prevención para el Alzheimer. Una nueva apuesta de la Internacional del Aceite de Orujo de Oliva para tratar de demostrar científicamente las ventajas del Aceite de Orujo de Oliva en comparación con otros aceites vegetales.
El estudio sobre la salud cardiovascular se titula “Efecto diferencial del aceite de orujo de oliva frente a aceite de girasol mejorando marcadores cardiometabólicos. Ensayo clínico en humanos” y busca, a través de ensayos clínicos con personas humanas, comparar los efectos del Aceite de Orujo de Oliva con los del aceite de girasol alto oleico. Un paso adelante que podría confirmar estos efectos después de que resultaran exitosos diversos estudios in vitro y modelos pre-clinicos aplicados a animales. Raquel Mateos Briz, científica del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición, dirige la investigación.
En cuanto al segundo estudio, "Atenuación de procesos inflamatorios asociados a la enfermedad de alzhéimer tras el consumo de Aceite de Orujo de Oliva por humanos”, supone la continuación de una anterior investigación, presentada en noviembre de 2018, que demostró que los compuestos bioactivos del Aceite de Orujo de Oliva pueden tener un efecto protector frente al alzhéimer atenuando la activación de la microglía. En otras palabras, se ha descubierto que el transporte de la grasa en la dieta puede contribuir a desarrollar la enfermedad, y que esta misma ruta de transporte se puede aprovechar para prevenirla. Al igual que en el caso de la salud cardiovascular, este nuevo estudio supondrá un paso adelante al incluir ensayos humanos. Desarrolla esta investigación el Dr. Javier Sánchez Perona, Científico Titular del Instituto de la Grasa-CSIC desde el año 2008.