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Este jueves se ha iniciado la negociación de los Presupuestos de la Unión Europea para el periodo 2021-2027 en un ambiente rodeado de tensiones entre las naciones que componen el bloque. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha convocado de manera extraordinaria a todos los países del bloque para tratar de llegar a un acuerdo a raíz de la propuesta presentada el 14 de febrero por el Consejo y que no ha contentado a todos debido a los recortes que plantea.
Y es que ahora mismo la visión respecto a los Presupuestos se divide fundamentalmente en dos grandes grupos. Por un lado, los países del sur y del este europeo, entre los cuales se encuentra España, que defienden mantener los presupuestos y especialmente los fondos dedicados a la PAC, los cuales contemplan un descenso importante en las ayudas directas e indirectas. Una cruzada en la que España ha encontrado importantes aliados como Portugal, Alemania o Francia. Por contra, Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia abogan por mantener dichos recortes y centrarse en financiar otras partidas que den más peso a asuntos como la transición digital o la lucha contra el cambio climático. Una argumentación que ha molestado especialmente a las asociaciones agrarias que consideran una incoherencia apostar por la lucha contra el cambio climático sin tener en cuenta el campo.
Y es que el hachazo planteado por la propuesta del Consejo Europeo es bastante severo. El último borrador alcanzado por la presidencia finlandesa del Consejo de la UE, en diciembre de 2019, preveía un recorte total del 5%, una cifra que no contentaba a todos los sectores pero que mostraba ligeros avances con respecto al punto de partida inicial, por lo menos en materia agrícola. La nueva propuesta, sin embargo, prevé un recorte del presupuesto global de la PAC del 14%, con un descenso del 10% sobre las ayudas directas y del 24% sobre los Fondos de Desarrollo Rural. Para España, supondría una pérdida anual de 925 millones de euros.
Las organizaciones agrarias españolas se han pronunciado en contra de esta propuesta, que acuciaría la crisis de un sector que lleva semanas manifestándose en las calles por unos precios justos y mejores condiciones de rentabilidad. COAG ha pedido a Pedro Sánchez que explore alianzas con los países que mantienen su misma postura para vetar la propuesta y lograr elevar las cifras del presupuesto agrario. Acuciado por las últimas movilizaciones, Sánchez deberá intentar salir ileso de su viaje a Bruselas, donde ya se encuentra hoy mismo reunido junto al resto de líderes europeos. El objetivo es alcanzar una solución consensuada los próximos días, objetivo que se prevé complicado. De no alcanzar un acuerdo, se planteará una nueva cumbre que tendría lugar, probablemente, en el mes de marzo.