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La tierra y su relación con ella han marcado durante siglos generaciones de hombres y mujeres. La forma de cuidarla y preservarla, también han dado lugar a corrientes y tendencias que con el tiempo la han beneficiado o perjudicado. Hoy en día, el concepto está cambiando, y está definiendo un nuevo modelo de "agricultor del siglo XXI", áquel que considera la tierra como máximo exponente del futuro a través de su cuidado, preservación y la utilización de los recursos tecnológicos existentes hoy en día. Óleo entrevista a Enrique de la Torre Liébana, consejero delegado de Ingeoliva (Cortijo El Puerto) y nos habla sobre su proyecto.
Cortijo el Puerto es una finca agroganadera de más de cien hectáreas ubicadas en el corazón de la Vega del Guadalquivir en Lora del Río (Sevilla), que apuesta por la biodiversidad y una agricultura de innovación sustentada en dos pilares básicos: la precisión y la ecología.
Ecología, innovación, tecnología, calidad, familia...estos son algunos de los conceptos que engloba vuestro proyecto, ¿cómo os definiríais desde el punto de vista del agricultor? Y ¿del punto de vista empresarial?
Como agricultores hemos adquirido una gran conciencia medioambiental, tenemos claro nuestro compromiso con la ecología y el respeto al medio ambiente. Todo suma: la calidad de la tierra, su abono, el riego, la forma de controlar plagas, la conservación, el momento y forma de realizar la cosecha son factores determinantes para las características organolépticas, composición y calidad de los alimentos que producimos. La tecnología es una herramienta fundamental en la monitorización y la precisión, la alianza ecología e innovación es rasgo fundamental de Cortijo el Puerto. Como empresa, somos una empresa familiar y con un equipo profesional multidisciplinar, comprometido con un proyecto de calidad ecológica. Nosotros nos definiríamos como unos agricultores ecológicos, y a la vez unos empresarios innovadores. Estos son los dos conceptos de los que partimos cuando decidimos crear nuestra empresa familiar, venimos profesionalmente de la ingeniería aeronáutica, pero a la vez hemos llegado aquí a partir de una familia de tradición olivarera que nos ha transmitido el amor y el respeto a la naturaleza.
¿Por qué elegisteis implantar el modelo de agricultura ecológica y no tradicional? ¿qué ventajas ofrece?
Lo más valioso de una finca no son los olivos sino la tierra, en concreto la parte superficial que es la más fértil, si mantenemos un suelo vivo tendremos un olivar vivo. El modelo de agricultura que mejor conserva la tierra es el ecológico y el biodinámico. Nosotros hacemos un ecológico de biodiversidad, integramos todos los elementos que existen en la naturaleza dentro de la finca, flora, fauna y hábitat. Esto implica mayor inversión inicial pero una vez conseguido el equilibrio se mantiene con menos gastos. Nuestro objetivo es reducir al máximo posible la aplicación de insumos, aunque estos sean los permitidos en la agricultura ecológica, innovando e implementando la lucha biológica natural.
Las calles del olivar y toda la superficie de la finca están protegidas con cubiertas vegetales sembradas con semillas nativas seleccionadas. Un proyecto de restauración medioambiental con herbáceas que protege la tierra, genera alimento y refugio para la fauna auxiliar. También plantamos en el perímetro y en toda la finca arbustos que cumplen una doble misión: proteger del viento y de las posibles derivas tóxicas de fincas colindantes y atraer insectos para que circulen por la amplia red de nuestras autovías de biodiversidad. Hemos creado más de quince hoteles para insectos que están repartidos entre las calles del olivar con el objetivo de cobijar y alimentar a abejas solitarias, abejorros, mariquitas, mariposas o crisopas para combatir las plagas del prays en el olivar y del pulgón en el almendro. De esta manera fomentamos la biodiversidad y cobijamos fauna beneficiosa (predadores naturales) para conseguir el equilibrio natural en el ecosistema y nuestra apuesta de control biológico, y hasta la fecha hemos obtenido excelentes resultados. Estos aliados hacen que hayamos conseguido control biológico de plagas en el olivar a través de lucha biológica natural. Por otro lado entendemos que la agricultura ecológica es el futuro y que toda la agricultura va a tender a convertirse en ecológica más pronto que tarde, los consumidores están valorando más tomar productos más saludables, el respeto al medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
La tecnología juega un papel muy importante en vuestro proyecto, ¿qué herramientas y desarrollos “ad hoc” habéis puesto en práctica? Y los resultados, ¿coinciden con vuestros objetivos finales?
Nosotros nos decantamos claramente por la agricultura de precisión, el uso tecnológico al servicio del medio ambiente. Esto nos permite focalizar actuaciones donde realmente se necesita ahorrando en insumos ecológicos, disminuyendo costes del cultivo y liberando tiempo y recursos a labores de fomento de biodiversidad y cuidados del ecosistema.
Previo a la siembra, realizamos estudios topográficos y de muestreo de suelo. También aplicamos la precisión y control durante la siembra: con tecnología GPS en la distribución de las plantas, y optimizado la energía del sol y los espacios. Todos los árboles están plantados con tecnología GPS, precisión RTK (2,5 cm máxima de error).
Los dispositivos que utilizamos son sensores de suelo para informarnos de la humedad del suelo, conductividad y temperatura a distintas profundidades. Los datos obtenidos de la estación meteorológica y los sensores permiten hacer un eficiente uso del agua, economizando recursos hídricos. También disponemos de sensores de árbol y estaciones meteorológicas completas en la propia finca, con la que medimos la temperatura, déficit de presión de vapor, lluvia, dirección, velocidad y ráfagas de viento, humedad relativa, presión atmosférica, radiación solar. Y usamos la teledetección, a través de las imágenes de satélites y de drones para actuar sólo donde sea preciso. También manejamos otras tecnologías de manejo más sencillo, desde el móvil o la tablet podemos llevar el control del cultivo, la gestión del riego está automatizada y aplicamos dosis variables según las necesidades puntuales. Para nosotros la tecnología es vital, por eso invertimos mucho en mejorar la agricultura y en fusionar el cultivo ecológico con la tecnología de precisión.
Puede leer la entrevista completa en el número 180-181 de Óleo.