Revista
Un reciente estudio demuestra el impacto positivo de las cubiertas vegetales espontáneas y la adición de residuos de poda triturados en la mejora del carbono orgánico del suelo (SOC) y en la sostenibilidad de los olivares. Publicado en la revista Agriculture, analiza la captación de carbono, bajo diferentes condiciones edafoclimáticas en la región de Andalucía.
Dicho trabajo ha sido desarrollado po un equipo de investigadores pertencientes a la Federación Europea de Agricultura de Conservación (ECAF), la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (ETSIAM) de la Universidad de Córdoba, la Asociación Española de Agricultura de Conservación-Suelos Vivos (AEAC.SV), y el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA).
Resultados del estudio
El SOC es un parámetro esencial para la calidad del suelo, ya que su mejora no solo contribuye a la fertilidad del suelo, sino que también reduce el riesgo de desertificación y promueve diversos servicios ecosistémicos. Las cubiertas vegetales se han mostrado como una práctica eficaz para combatir la degradación del suelo, controlando la erosión y favoreciendo la mejora de la materia orgánica. En este estudio, los investigadores evaluaron el efecto de las cubiertas vegetales combinadas con restos de poda triturados en la captación de carbono, comparando su rendimiento con los sistemas de manejo basados en la labranza.
Durante cuatro temporadas, se monitorizaron cuatro olivares situados en distintas zonas de Andalucía, con características edafoclimáticas diversas. Los resultados mostraron que el tratamiento con cubiertas vegetales espontáneas y la adición de residuos de poda triturados tuvo un efecto notable sobre el SOC en todos los olivares estudiados, incrementando significativamente el carbono en el suelo. En comparación, el sistema basado en la labranza también aumentó el contenido de SOC, pero en menor medida. Sin embargo, el uso de cubiertas vegetales no solo contribuyó a un mayor incremento del SOC, sino que además resultó ser más eficiente en términos de sostenibilidad agroambiental.
Las características edáficas y climáticas de cada zona desempeñaron un papel crucial en la magnitud de los incrementos observados en el SOC. En particular, los suelos con mayor contenido de arcilla y los climas más húmedos mostraron mayores tasas de secuestro de carbono, con un promedio de entre 0,02 y 3,02 MgC ha−1 año−1 hasta 30 cm de profundidad. Este fenómeno se atribuye al mayor aporte de carbono y la formación de microagregados en estos suelos, lo que facilita la retención de carbono a largo plazo.
Implicaciones para la sostenibilidad
A lo largo del período de estudio de cuatro años, los olivares gestionados con cubiertas vegetales mostraron un stock final de SOC significativamente mayor que los olivares tratados con labranza, independientemente de las condiciones iniciales del suelo. Este hallazgo subraya que el sistema de cubiertas vegetales no solo es más efectivo en términos de secuestro de carbono, sino que también es una opción más sostenible a largo plazo para los olivares, tanto desde el punto de vista agronómico como medioambiental.
Las conclusiones de este estudio refuerzan la idea de que el uso de cubiertas vegetales, junto con la incorporación de restos de poda triturados, es una estrategia clave para mejorar la sostenibilidad de los olivares, promoviendo la conservación del suelo y el secuestro de carbono. Este enfoque no solo favorece la agricultura sostenible, sino que también contribuye a la mitigación del cambio climático, un desafío global urgente. Las pruebas realizadas en distintas zonas de Andalucía refuerzan la viabilidad de esta técnica para su implementación en una variedad de condiciones edafoclimáticas, lo que la convierte en una práctica recomendable para los productores de olivo que busquen mejorar la calidad de su suelo y contribuir a la lucha contra el cambio climático