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Un estudio desarrollado por la Universidad de Córdoba ha demostrado que los olivares en seto y las plantas fotovoltaicas no solo pueden convivir en un mismo terreno, sino que generan mayores beneficios combinados que de forma independiente. Este avance en tecnología agrivoltaica, que integra agricultura y generación de energía limpia, representa un paso significativo hacia el uso más eficiente de los recursos en un mundo que demanda tanto alimentos como energía sostenible.
El modelo, creado por un equipo interdisciplinar de investigadores, simula cómo interactúan los colectores solares con los cultivos. Los resultados muestran un beneficio mutuo: mientras que los paneles solares protegen los olivares del viento y el exceso de sol, los cultivos contribuyen a reducir la temperatura de los colectores a través de la evapotranspiración, aumentando su eficiencia energética.
Un modelo para optimizar el uso del terreno
La tecnología agrivoltaica busca maximizar el uso del terreno, un recurso cada vez más escaso, permitiendo que la agricultura y la generación de energía solar compartan espacio de manera eficiente. El equipo de la Universidad de Córdoba combinó modelos que simulan la producción de aceite de oliva en plantaciones en seto con otros que calculan la captación de radiación solar por los colectores.
El resultado: una mayor eficiencia conjunta. La interacción entre ambas actividades crea un equilibrio beneficioso que permite:
El modelo no sólo valida la viabilidad de la tecnología agrivoltaica, sino que también permite simular distintas configuraciones para identificar la más ventajosa. Variables como la altura y la anchura de los paneles solares o el espaciamiento entre hileras pueden ajustarse según las necesidades del terreno y las características del cultivo.
Sin embargo, la investigación destaca que la densificación excesiva del terreno, al estrechar las hileras y aumentar el tamaño de los colectores, podría dificultar operaciones agrícolas, como la entrada de maquinaria. Según el equipo, el éxito radica en encontrar el equilibrio adecuado.
Una investigación de excelencia
El proyecto es obra de un equipo de cinco investigadores de la Universidad de Córdoba, miembros de los grupos de investigación Física para las Energías y Recursos Renovables y Relaciones Suelo-Agua-Planta, vinculados a la Unidad de Excelencia María de Maeztu – Departamento de Agronomía (DAUCO). Entre sus principales conclusiones, destacan que modelos como este son herramientas fundamentales para testar innovaciones antes de implementarlas, reduciendo costos y tiempo en el mundo real.
Hacia un futuro de sinergias agrícolas y energéticas
La agrivoltaica representa un enfoque transformador para enfrentar los desafíos del uso del terreno en un contexto de crisis climática. Este estudio no solo ofrece soluciones para maximizar la productividad del olivar y la energía solar, sino que también abre la puerta a nuevas aplicaciones de esta tecnología en otros cultivos.
Como explican los investigadores, el futuro de la sostenibilidad agrícola y energética puede residir en esta simbiosis, que demuestra que es posible generar energía limpia sin sacrificar la producción de alimentos.