Revista
Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba ha desarrollado un modelo innovador que podría revolucionar la forma en que se utiliza la tierra para la producción agrícola y la generación de energía solar. La metodología, desarrollada por el grupo TEP215 - Física para las energías renovables, busca facilitar la transición hacia la agrivoltaica, un enfoque que combina la producción agrícola y fotovoltaica en un mismo terreno.
La agrivoltaica surge como una estrategia para resolver el conflicto entre el uso de la tierra para la producción energética sostenible y la producción agrícola convencional. El nuevo modelo desarrollado por el equipo de investigación se centra en la integración de cultivos agrícolas entre módulos fotovoltaicos de dos ejes, que se mueven siguiendo al sol para maximizar su rendimiento.
Según Rafael López, catedrático de Física Aplicada y uno de los líderes del proyecto, la metodología se basa en la simulación teórica de la astronomía solar y la geometría espacial de las plantas fotovoltaicas con colectores de dos ejes. Esto permite identificar las zonas adecuadas para el cultivo sin interferir en el movimiento de los paneles solares ni reducir su producción fotovoltaica.
El modelo, desarrollado a partir de una instalación fotovoltaica real en Córdoba, revela que hasta un 74% del terreno entre los recolectores puede ser cultivable para cultivos menores a 1,4 metros de altura, sin afectar significativamente la producción de energía solar.
Este avance representa un paso importante hacia la reconversión y el aprovechamiento agrivoltaico de las grandes plantas fotovoltaicas existentes, mejorando su sostenibilidad y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. Los investigadores destacan que este enfoque puede beneficiar tanto a la producción agrícola como a la generación de energía, creando una relación de beneficio mutuo para ambas industria.