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A lo largo de este mes de julio, la Universidad de Córdoba ofrecerá una predicción de cosecha para la próxima campaña del olivar. Lo hará gracias a un modelo de predicción basado en el contenido de polen de olivo en el aire que lleva funcionando más de una década. El responsable de este sistema es el grupo de investigación RMN-130 Botánica Sistemática y Aplicada de la UCO, que cuenta con bases de datos de tres décadas hasta hoy.
El contenido de polen se calcula a través de captadores localizados en la campiña y las sierras Subbéticas, en lugares dedicados al cultivo del olivar. Los datos que ofrece esta variable son de enorme utilidad y eficacia para realizar las predicciones. Un estudio reciente de la UJA creó un modelo de predicción con un índice de precisión del 89% y que basa sus cálculos también en los niveles de polen, además de otras variables.
La base de datos del grupo de investigación se remonta al año 1982 y desde el año 1996 realizan estudios fenológicos en distintos puntos de la provincia y a diferentes altitudes. Los primeros artículos de modelaje para la predicción de la cosecha se publicaron en el año 2001 y se basaban en las concentraciones de polen en el aire. Con los años, nuevas variables se han ido introduciendo y haciendo más sofisticados los modelos de predicción, como por ejemplo el efecto de las temperaturas en la floración del olivo.