Revista
Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Calabria y el Laboratorio Dolciaria Monardo Srl, ha proporcionado valiosos resultados sobre cómo los métodos basados en ADN pueden mejorar la evaluación de la calidad del aceite de oliva virgen extra (AOVE). La investigación se centró en la detección de contaminaciones fúngicas, particularmente de Aspergillus spp., que pueden afectar la calidad del aceite y representar riesgos para la salud del consumidor.
Técnicas de ADN para detectar contaminación fúngica en aceites de oliva
El aceite de oliva es reconocido mundialmente no solo por sus propiedades organolépticas únicas, sino también por sus beneficios para la salud, gracias a su riqueza en ácidos grasos insaturados y antioxidantes. Sin embargo, su calidad puede verse comprometida por factores bióticos, como los hongos mohos, que afectan tanto al sabor como a la seguridad del producto. Este estudio ha explorado tres métodos basados en ADN —PCR de punto final, PCR en tiempo real (RT-PCR) y amplificación isotérmica mediada por bucle (LAMP)— para detectar la contaminación fúngica en aceites de oliva virgen extra recolectados en la región de Calabria, una de las principales productoras de aceite en Italia.
Comparativa de técnicas de diagnóstico
Los investigadores compararon por primera vez la especificidad, sensibilidad, eficiencia y rapidez de estas tres técnicas para evaluar la contaminación por Aspergillus spp., un hongo conocido por su capacidad para contaminar aceites de oliva. Los resultados mostraron que, si bien tanto la PCR de punto final como la RT-PCR fueron eficaces para detectar la presencia de moho, ambas técnicas tendieron a subestimar la cantidad real de Aspergillus spp. en las muestras, en comparación con el ensayo LAMP.
El ensayo LAMP, con su alta sensibilidad, especificidad y rapidez, demostró ser más eficaz para la detección de contaminaciones fúngicas, lo que lo convierte en una opción más adecuada para el monitoreo rápido de la calidad del aceite de oliva. Además, el método LAMP simplifica enormemente el proceso, permitiendo la detección en tiempo real, lo que reduce significativamente el tiempo de análisis y la complejidad del procedimiento en comparación con la PCR tradicional.
Implicaciones para la industria oleícola
Este estudio tiene importantes implicaciones para la industria del aceite de oliva, ya que los métodos de detección rápidos y precisos son esenciales para garantizar la seguridad y calidad del producto. La alta eficiencia del método LAMP, especialmente con el uso de tecnologías como ICGene, abre la puerta a pruebas in situ en las propias instalaciones de producción, permitiendo detectar contaminaciones fúngicas directamente en el lugar de elaboración del aceite.
Este avance puede contribuir significativamente a la seguridad alimentaria y asegurar que los aceites de oliva extra virgen ofrecidos al consumidor cumplan con los más altos estándares de calidad. La implementación de estas técnicas puede convertirse en una herramienta estándar tanto para productores como para distribuidores, asegurando una trazabilidad de la calidad y reduciendo los riesgos sanitarios.
Calabria: un epicentro de producción oleícola
La región de Calabria, que produce aproximadamente 100.000 toneladas de aceite de oliva al año, representa la segunda mayor productora de aceite de oliva en Italia. Con más del 95% de sus olivares dedicados a la producción de aceite y el resto a aceitunas de mesa, Calabria juega un papel crucial en la calidad y el volumen de la oferta de aceite de oliva en el mercado global. Por tanto, los resultados de este estudio son especialmente relevantes para los productores calabreses y sus esfuerzos por mantener una oferta de AOVE de alta calidad.
Conclusiones
La investigación realizada por el DiBEST y el Laboratorio Dolciaria Monardo Srl subraya la importancia de contar con métodos de diagnóstico rápidos y fiables para garantizar la calidad del aceite de oliva. El ensayo LAMP, al demostrar su superioridad en términos de rapidez y precisión, representa una herramienta valiosa para el monitoreo de la contaminación fúngica y puede transformarse en el estándar para la industria oleícola, contribuyendo a asegurar la calidad de este alimento esencial.