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El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha publicado los datos estadísticos sobre Agricultura Ecológica del año 2018. Hasta ahora, contábamos con los del año 2017, fecha en la que España tenía 2,08 millones de hectáreas de superficie ecológica, situándose a la cabeza de la UE y la cuarta posición mundial. En 2018, nuestro país se mantiene estable en ambas posiciones, pero aumenta su superficie en un 7,9%, situándose en 2,24 millones de hectáreas.
El olivar ecológico crece un 3% y sigue llevando en volandas al sector ecológico de cultivos permanentes, puesto que ocupa un 34,97% de la superficie ecológica total: 200.000 hectáreas. Le siguen los frutos secos (29,40%) y los viñedos (19,82%). Ahora bien los cultivos permanentes ocupan solo un 25,47% de la superficie ecológica total. Son los pastos y los prados los que ocupan la mayor parte, con un 52,83%. Por otro lado, y gracias en gran parte al olivar, los datos sitúan a Andalucía a la cabeza en superficie agrícola, con casi la mitad: 1,02 millones de hectáreas. Solo Castilla La Mancha aspira a hacerle sombra, con poco más de 413.000 hectáreas.
En lo que se refiere a los operadores, su número total crece un 5,6 % hasta los 46.463 y destaca la evolución positiva en todas las categorías: productores primarios (4,7 %), establecimientos industriales (13,7 %), importadores (21 %), y comercializadores (22 %). Por otro lado, los establecimientos industriales eco alcanzaron en 2018 los 8.886, el 13,7 % más. Las actividades relacionadas con la producción vegetal llegaron a las 7.670 (más de mil nuevas respecto 2017), siendo las más numerosas las de manipulación y conservación de frutas y hortalizas y las de elaboración de bebidas.
La tendencia del crecimiento medio anual en los últimos 5 años ha sido de 5,9 % en productores agrarios, 18 % en industrias y 24 % en comercializadores de productos ecológicos.
Los datos confirman la tendencia de crecimiento sostenido de la producción ecológica en España. Sin embargo, para la consolidación total del sector, falta todavía mejorar los datos de consumo, pues a pesar de ser el mayor productor de Europa, solo somos el décimo país consumidor de productos ecológicos.