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El alto coste de los insumos es una de las preocupaciones que atraviesan hoy en día los agricultores europeos. En la carta de Copa-Cogeca sobre el Pacto Verde Europeo, esta era una de las principales denuncias, una cuestión, pues, a considerar de cara a las políticas europeas en materia agrícola que se están gestando la próxima década. En ese contexto, el proyecto Relacs, en el que participa Ecovalia, ha lanzado una interesante perspectiva en un informe relativo al enfoque de los insumos para la producción ecológica europea. El objetivo de dicho documento es ofrecer una imagen más clara de los principios y regulaciones que rigen hoy día el uso de los diferentes insumos en la agricultura ecológica.
El informe evidencia dos situaciones de desventaja de los productores ecológicos con respecto a los convencionales. La primera es que las legislaciones horizontales de la Unión Europea están diseñadas para la evaluación de sustancias sintéticas. Debido a su composición, los insumos naturales son más complejos, a veces se comportan de manera diferente y provocan dificultades en el proceso de autorización.
La segunda desventaja para los productores ecológicos es que el plazo de tiempo que transcurre entre el reconocimiento tanto en la legislación horizontal como en la regulación ecológica de un nuevos insumos utilizable en este sistema de producción es demasiado alto. De esta forma un producto puede estar autorizados para su uso en la agricultura convencional durante varios años mientras consigue que se le permita incluirlo en el reglamento europeo para la producción ecológica, a pesar de que cumplan con los requisitos.
No cabe duda de que estas y otras cuestiones relativas a los insumos deberán estar presentes en la PAC y en todos los reglamentos relativos al sector agrícola europeo en los próximos años.