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El objetivo principal fue garantizar que los aceites comercializados cumplen con la normativa vigente y que los consumidores puedan acceder a productos genuinos, de calidad y seguros.Resultados de las inspecciones: fraude en aumentoComo resultado de estas operaciones de control, ASAE registró:84 procesos penales por delitos como fraude de mercancías, falsificación o deterioro de productos alimentarios y uso indebido de indicaciones geográficas protegidas.51 procedimientos administrativos por incumplimientos normativos en etiquetado, información al consumidor y comercialización de aceites adulterados.149.000 litros de aceite de oliva y otros aceites comestibles incautados, incluyendo aceites de fritura y de orujo de oliva.Valor total de los productos confiscados: más de 404.000 euros. Principales irregularidades detectadasLas inspecciones revelaron múltiples infracciones, tanto penales como administrativas:Delitos penales:Fraude de mercancías.Falsificación o deterioro de productos alimentarios.Uso fraudulento de denominaciones de origen protegidas (DOP) e indicaciones geográficas protegidas (IGP). Infracciones administrativas:Comercialización de aceites con etiquetado irregular o información obligatoria incompleta.Uso de prácticas engañosas en la presentación y venta de productos.Incumplimiento de normativas sobre denominaciones y calidad del aceite de oliva. Compromiso con la seguridad alimentaria en 2025ASAE ha anunciado que en 2025 reforzará sus inspecciones en todo el territorio nacional, con análisis exhaustivos en su Laboratorio de Seguridad Alimentaria.