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Los ministros de Agricultura se encuentran hoy reunidos, en el seno del consejo de la UE, para debatir el papel de las tierras agrícolas en la captura de CO2. A través de una mejor gestión del suelo es posible una subida de potencial para capturar el CO2 atmosférico.
Hasta ahora la biomasa, en particular los bosques, ha ocupado un lugar destacado en el debate de la UE sobre cómo lograr las ambiciones climáticas. Sin embargo, lo que ahora se discute es el potencial del secuestro de carbono en el suelo, un debate novedoso a través del cual se instará a Estados miembros a actuar. Entre los posibles planes de actuación: restaurar hábitats naturales, aumentar los bosques y la cubierta vegetal leñosa o cambiar la forma en la que usamos los materiales generados en la tierra. De explorar adecuadamente estas vías, se calcula que las emisiones en 2050 pueden reducirse hasta un 33% en comparación con el año 2010.
El foco se ha puesto sobre este asunto a raíz de un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU que destacó el desastroso impacto del mal manejo de la tierra en términos de emisiones globales netas de CO2, lo que aumentó la presión de los activistas ambientales para revisar convenientemente la política de uso de la tierra en la UE.
Finlandia reiteró su determinación de negociar un acuerdo sobre un objetivo de emisiones netas cero para 2050 antes de que termine su mandato de seis meses al frente del Consejo de la UE en diciembre.