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Unión de Uniones de Castilla-La Mancha ha hecho balance del año agrario. En lo que respecta al olivar, desde la asociación apuntan a “una cosecha corta” (en consonancia con el resto de cultivos, por otro lado), del orden de 90.000 toneladas.
En cuanto a los precios, desde Unión de Uniones aseguran que “la campaña ha ido, dentro de lo que cabe, como una balsa, manteniendo todavía precios superiores a los del año anterior, pese a la moderación de precios a los que se han visto sometidos en los últimos meses”. La preocupación de los olivicultores está no tanto en el precio, sino en las miradas que echan de reojo a la vecina Comunidad Valenciana, donde los focos de Xylella fastidiosa “sí que son motivo de preocupación”, aseguran.
Si miramos a la producción agraria de la región en su totalidad, que se mueve en el entorno de los 4500 millones de euros anuales, la aportación agrícola ronda los 2800 millones de euros, de los que “fácilmente” podrían perderse en 2017 entre un 20% y un 25%. Por otro lado, para la organización, ni el Gobierno regional ni el Ministerio “han estado a la altura” de uno de los grandes problemas del sector este año, la sequía, “amparándose en el seguro agrario”.