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Ramón Murillo, investigador del ICB y miembro del proyecto, explica que con esta tecnología “es posible proporcionar la energía necesaria para el proceso de pirólisis a partir de fuentes renovables, produciendo no solo materias primas para la obtención de biocombustibles y productos químicos, sino también un biochar (forma de carbón creado calentando biomasa en atmósfera libre de oxígeno) que puede utilizarse como un fertilizante de origen renovable y sumidero de carbono, dando lugar a emisiones de CO2 negativas”.En el caso de los residuos forestales, existen diversos procesos industriales en los que, a diferencia de lo propuesto en este proyecto, la energía del proceso se obtiene a partir de la combustión del biochar obtenido en el propio proceso de pirólisis.Flexibilidad para funcionar en modo autónomoLa mayor innovación de la tecnología del proyecto es que el proceso de pirólisis se flexibiliza.