Revista
El proyecto AccelerEAT, promovido por el centro tecnológico AINIA, y del que forman parte 18 empresas innovadoras de la industria alimentaria, prevé invertir 48 millones de euros.
Los impuestos energéticos y una menor inversión de fondos públicos en I+D influyen negativamente sobre la productividad de la industria de alimentación y bebidas según el Informe de Competitividad y Políticas Públicas en la Industria de Alimentación y Bebidas, impulsado por FIAB. Por ello, el sector reclama mayor apoyo en la transición hacia un modelo energético más sostenible, así como en innovación para mantener su competitividad y el empleo.El documento, elaborado por KREAB, analiza el impacto de las políticas energéticas e innovación que tiene sobre la competitividad de las industrias del sector de alimentación y bebidas de seis países europeos con características similares, concretamente España, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y Polonia.El Informe, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), destaca la estrecha relación que hay entre la productividad de la industria alimentaria con la marcha de las economías de los países analizados.
Impartido por CESIF