Revista
Entre los principales hallazgos destacan:• Aumento del carbono orgánico en el suelo: Las masas desecadas incrementan significativamente los niveles de carbono orgánico en la capa superficial del suelo (0-10 cm), mejorando su fertilidad y promoviendo un crecimiento vegetal más saludable.• Reducción de emisiones de CO2: El estudio indica una reducción en las emisiones netas de CO2 tras la aplicación de las masas desecadas, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático.• Mejora de la estructura del suelo: La estructura del suelo mejora considerablemente, aumentando su capacidad de retención de agua y nutrientes, lo que reduce la erosión y mejora la salud general del suelo.• Aumento de la actividad microbiana: Se observó un incremento en la actividad microbiana del suelo, favoreciendo la descomposición de la materia orgánica y el ciclo de nutrientes, esenciales para la salud del suelo.• Beneficios agronómicos a largo plazo: Los efectos positivos se mantienen y mejoran con aplicaciones regulares, ofreciendo una solución sostenible a largo plazo para la gestión del suelo en olivares.• Coste-efectividad: Utilizar residuos de la industria oleícola como enmienda es una práctica coste-efectiva y accesible, promoviendo la economía circular en la agricultura.Las implicaciones de este estudio para el futuro de la agricultura del olivar son considerables.