Revista
La adulteración en alimentos como el aceite de oliva es un problema habitual en la industria alimentaria. Actualmente la calidad del aceite comestible se evalúa mediante técnicas de análisis tradicionales que generalmente son destructivas.
Mezclaban los aceites turbios, un subproducto de la oliva, con el aceite de oliva de mejor calidad para conseguir unos parámetros adecuados de grasas y eritrodiol que permitieran su comercio.