Revista
El estilo de vida y los hábitos dietéticos influyen en la función renal, jugando un papel importante en la prevención y el desarrollo de la enfermedad renal crónica (ERC). La eficacia de la dieta mediterránea para preservar la función renal se ha visto en prevención primaria. Sin embargo, actualmente no se dispone de evidencia científica para determinar qué patrón dietético es más efectivo en el manejo de la ERC en la prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares.
Un estudio reciente ha demostrado la eficacia del consumo a largo plazo de dos patrones dietéticos saludables (una dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra (AOVE) frente a una dieta baja en grasas rica en hidratos de carbono complejos) en la preservación de la función renal en pacientes con enfermedad coronaria (CHD). Dicha investigación ha sido publicada en la revista Clinical Nutrition bajo el título, "Long-term consumption of a mediterranean diet or a low-fat diet on kidney function in coronary heart disease patients: The CORDIOPREV randomized controlled trial".
Dicho trabajo ha sido realizado por investigadores de la Unidad de Gestión Clinica Medicina Interna, de la Unidad de Lípidos y Arterioesclerosis del Instituto Maimónides de Investigaciones Biomédicas de Córdoba, perteneciente al Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
Métodos y resultados
El método aplicado en los pacientes con CC (n = 1002) del estudio CORDIOPREV fueron aleatorizados para seguir una dieta mediterránea (35 % grasas, 22 % MUFA, 55 % carbohidratos). La función renal se evaluó mediante la determinación de la tasa de filtración glomerular estimada (eGFR) basada en la creatinina sérica al inicio del estudio y después de 5 años de intervención dietética. Se realizaron análisis de regresión lineal múltiple para determinar la contribución de diferentes parámetros clínicos y antropométricos a los cambios en la TFGe.
Principales conclusiones
El consumo a largo plazo de una dieta mediterránea rica en AOVE, en comparación con una dieta baja en grasas, puede preservar la función renal, como lo demuestra una disminución reducida en la TFGe en pacientes con CC y DM2. Los pacientes con eGFR levemente alterada pueden beneficiarse más del efecto beneficioso del consumo de la dieta mediterránea en la preservación de la función renal. Estos hallazgos refuerzan los beneficios clínicos de la dieta mediterránea en el contexto de la prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares.