Revista
La empresa olivarera Castillo de Canena, junto con la Universidad de Granada, a través de su departamento de Física Aplicada, y en colaboración con la Universidad de Jaén, están desarrollando el proyecto Carbolivar. Éste trata de analizar científicamente la capacidad que tiene la cubierta vegetal que nace de forma autóctona en las plantaciones de olivos, de actuar como un sumidero natural, fijando el CO2 y otros gases de equivalencia presentes en la atmósfera, causantes del efecto invernadero y del calentamiento del planeta, según indican desde Castillo de Canena.
Las mediciones se realizarán mediante dos torres instaladas en el campo en dos parcelas distintas: una en donde se aplicarán herbicidas y otra en la que se dejará crecer libremente las plantas autóctonas del suelo. Las torres están dotadas con aparatos de gran precisión capaces de medir constantemente la presencia de estos gases y la incidencia positiva que puede tener la presencia de cubierta vegetal en fijarlos. El proyecto, que se firmó el pasado 14 de mayo, tendrá una duración inicial de cuatro años, aunque muy posiblemente se vayan añadiendo nuevas experiencias y líneas de investigación conforme vaya avanzando el mismo.
Según explica Francisco Vañó, director general de la compañía olivarera jiennense, “esta colaboración con la Universidad de Granada es un paso más en el intento de completar científicamente el ciclo de vida del olivar, resaltando la importancia social y de respeto al medioambiente que tiene su conservación”.
Castillo de Canena está especialmente volcada en políticas mediombientales y de compromiso con la sostenibilidad. Fue una de las primeras empresas productoras de aceite de oliva virgen extra en certificar su huella de carbono en agosto de 2011, auditada por DNV.